martes, 25 de febrero de 2014

Madurísmo.

Protestas en la República Bolivariana de Venezuela.


La idea de una Venezuela ágil y que marque pauta ideológica en América Latine se aleja cada vez más a prisa. Es indudable que Hugo Chávez con sus errores y aciertos llevaba más o menos por buen rumbo la política y el desarrollo económico y social de su nación. Muy a parte del crecimiento basado en el endeudamiento y del fantasma de la represión las cosas no podrían haber ido mejor para el “Socialismo del siglo XXI”, hasta que el cáncer llegó.

Hugo Chávez muere en Marzo de 2013 dejando tras de sí reformas incompletas y sin base a la ideología que tanto le había costado crear.

Antes de su fallecimiento eligió entre todas las personas preparadas, estudiadas y comprometidas con él a su chofer; el vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro como heredero al trono. De manera lógica los cuestionamientos no se hicieron esperar, pero de inmediato callaron ante el agravamiento de la enfermedad de su omnipotente presidente.

Durante ese año el incapaz funcionario toma posesión de la república en medio de protestas que habrían de dejar una buena cantidad de muertos. Finalmente el neo-socialismo se vuelve a imponer sobre la voluntad de una gran parte de los venezolanos en la oposición, la cual su dirigente más popular es Henrique Capriles, anterior contendiente político de Hugo Chávez.

Los primeros meses con Maduro como cabeza de la nación no tardaron en polemizarse, frases como “El pajarito de Hugo Chávez”, “Dios multiplicó los penes” o “Duermo en la tumba de Chávez una vez a la semana” pusieron muy en duda la capacidad del presidente para dirigir una nación. Era imposible que una persona tan inmadura y con poca madera política definiera el rumbo de un país.

Mientras Nicolás se convertía en el hazme-reír del mundo entero una nueva Venezuela cobraba forma tras la sombra del dictador. Un ejemplo de ello y posiblemente el más característico es la Ley de Manifestaciones, en la cual se estipula la obligatoriedad de un permiso expedido por el gobierno para manifestarse pacíficamente, ¡Vaya usted a creer! A lo que Chávez tanto le temió y contra lo que luchó expedido por el sucesor que él mismo designó.

Seguían las risas hacia presidente y continuaban las reformas dictatoriales de las cuales ni siquiera los venezolanos tenían idea ¿Y cómo podrían tenerla? Si prácticamente carecían de todos los utensilios necesarios para una vida digna; papel higiénico, pañales, jabón… la escasez de estos productos en una nación que importa más del 80% de su alimento no es símbolo de una economía sana. Otro aspecto bastante criticable del gobierno madurísta es la devaluación disfrazada, el gobierno ha devaluado el bolívar en un 1000% e intentando poner en marcha la economía ha replicado de forma espeluznante a la Argentina de 1999 que con Menem y Cavallo sentaron las bases para la mayor crisis económica de la historia en el Cono Sur.

La burbuja reventó hace unas semanas con protestas cataclísmicas que se centraron en Caracas y a lo pronto se esparcieron cual virus por toda Venezuela. La inmadurez de Maduro, su egolatría y hambre de poder lo han llevado al grado de criminalizar la protesta, ha dado la orden de tirar a matar por parte de su cuerpo de granaderos. Y mientras él baila con la primera dama en cadena nacional su pueblo se parte el lomo en la lucha por una calidad de vida digna por democracia y voz a la hora de tomar decisiones con respecto a su destino.

Leopoldo López, descendiente de Simón Bolívar y quien junto con Capriles conforman las figuras de la resistencia ciudadana fue arrestado y se encuentra ahora en prisión bajo la excusa de un intento de desestabilizar el régimen al intentar, grupos ajenos, asesinarlo. Para levantar más el misterio, su misma esposa ha corroborado los hechos. ¿Es creíble el intento de asesinato a Leopoldo? ¿Quién habría de hacerlo?

Por otro lado, resulta aterradora la manera en que Maduro ha traicionado al Chavismo internacional, porque no exageraría si supusiera que las acciones que ahora está llevando a cabo contra su pueblo han condenado irremediablemente la herencia de la lucha de una nación que a inicios de milenio veía en su presidente una esperanza. Nunca en el corto y mediano plazo podrá reinventarse la idea que se gesta sobre este movimiento, porque Maduro es un inepto, que no entiende que a su gobierno no lo quieres, que él es repudiado por su gente y que es el causante de la muerte de la memoria de Chávez.


Mientras más y más gente muere en Venezuela a causa de la incapacidad de su presidente para llevar a buen puerto su nación el derrumbe del bolivarismo se hará sentir desde Tijuana hasta Tierra de Fuego, en todos los espectros de una Izquierda Latinoamericana que lucha por reestructurarse ante la inevitable caída de uno de sus mayores símbolos, porque Maduro no es Chávez, y una vez conquistada la democracia, ese será el mayor reto que los chavistas afrontaremos. 

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